Los derechos fundamentales de todo ser humano (La sanidad, la educación, la justicia, el derecho a una vivienda digna, a sacar adelante a una familia, a aspirar a una justicia real, accesible y gratuita...), nunca deberían ser objeto de negocio, especulación o privatización. Si un gobierno gestiona mal, cámbiese el gobierno. Pero que no se utilice la rentabilidad como argumento para el saqueo de los bienes públicos. Los derechos no tienen precio, ni son negociables.


sábado, 25 de enero de 2020

La informática que conocí: Aquellos Simos de los 80

Buenas noches a todos.

Hoy voy a compartir con nosotros la memoria de aquellos S:I.M.O (Salón de la Informática y Material de Oficina) de los años 80, cuando la informática bullía de marcas y de ilusiones y era peregrinación casi obligada de todos cuantos nos queríamos abrir camino en este mundillo.

El simo en wikipedia: SIMO TCI


Fijaros en este NODO, el más próximo a los 80 que he encontrado: SIMO 75 en el NO-DO (De wikipedia). No os perdáis lo de las mecanógrafas, totalmente "feminista".

Admirablemente no he encontrado NADA sobre los simos de los 80, así que si tenéis información, folletos, fotos, etc, os agradecería que los subierais al grupo de FB "Paleoinformática",

Os cuento pues:

El SIMO se celebraba en Noviembre, solíamos coincidir muy a nuestro pesar con las manifestaciones de extrema derecha que se hacían en Madrid con motivo del 20-N, ya que íbamos en fin de semana, normalmente. Y pasábamos un frío de categoría.

Salíamos en coche, normalmente llenábamos mi maravilloso R-6, pasábamos el día allí y volvíamos por la noche. No había AVES, ni A3, ni nada, oigan. Era toda una expedición, y un palo.

Lo primero que hacíamos era visitar los stands de los amigos:

Microelectrónica y control, que eran los importadores de Commodore hasta que la misma Commodore se hizo con la empresa. Allí teníamos buenos amigos, excelentes técnicos, como era el genial Josep Tintó, que más tarde crearía "Casa de Software". Perdimos el contacto.


Gispert-Philips, mi primera empresa como informático de plantilla. Tenía buenos amigos del periodo que tuve de aprendizaje en Barcelona, San Joan Despi. Es muy bonito mantener la amistad cuando cambias de empresa, y el stand de Philips era espectacular.


Secoinsa, dónde empecé a meterme en esto de la Informática: Conociendo Secoinsa. También, buenos amigos, muchos de los cuales permanecieron en Fujitsu, otros se fueron a Mc Donell Douglas (En otra entrada hablaré de eso), etc. Más tarde, claro, el stand pasó a representar a la misma Fujitsu.



Terminado este periplo comíamos cualquier bocata en los chiringuitos de la feria, y ya nos dedicábamos a ver cómo estaba el mercado de los microordenadores y miniordenadores, que era muy distraído por la cantidad de marcas que aparecían y eran representadas en España por las empresas más dispares.

Sirius


Tandem

NCR


Luego estaban los de  Apple, los malvados que no eran microsoferos.


Estaban desde luego los de IBM, claro. Pero ellos se dedicaban a sus ordenadores grandes, y dejaban el PC para los distribuidores.


Creo importante contaros como funcionaba el mercado entonces. En España había asentadas pocas marcas importantes, muy pocas. Así que los fabricantes buscaban empresas que actuaran de importadores, como por ejemplo el caso de la citada Microelectrónica y Control, que importaba Commodore , y otros muchos para otras muchas marcas.


Luego esos importadores se buscaban distribuidores por los diferentes territorios. Aquí en Valencia, por ejemplo, los de Eikon ordenadores empezaron con el Commodore 4032 a hacer aplicaciones de gestión. Luego Microelectrónica creó su propia red de distribuidores, Micromática, que tenía delegaciones en Valencia, Madrid y Alicante, etc.

Fueron unos años, hasta la consolidación del PC de IBM que prácticamente barrió el mercado, en el que el tema bullía, y a mi me daba una cierta pena ya ver cómo muchos padres, convencidos de que su hijo era un gran informático porque "escribía muy rápido en el ordenador" (talmente, lo he oído así muchas veces) veían una salida para el niño montarle una delegación, y negociaban con los importadores, todos presentes en el SIMO, condiciones. Como ejemplo de éxito conocimos a un padre y a un hijo, que sobre un Sharp MZ 80B habían hecho una aplicación para dentistas, y les funcionaba el negocio. En ese chisme, sí, con cinta, oigan.



Otros muchos la palmaban rápidamente, porque los importadores imponían cuotas de mercado irreales. Hay que tener en cuanta que la cultura básica informática del pequeño empresario y autónomo entonces era prácticamente inexistente, y los pobres neoempresarios se embarcaban en un undo feroz que no era como se imaginaban.

También hay que tener en cuenta que IBM tenía copado el mercado ya con sus cacharros, mucho más caros que un PC, claro, pero rodeados de la aureola de la marca, que entonces era casi invencible. Tenían por ejemplo muchos procesadores de texto dedicados instalados en notarías y gestorías. Estuvimos a punto de sustituir muchos, porque los Commodore hacían la misma función a mucho menos precio. Pero el problema era la cantidad de información que ya tenían en los disquettes de 8 pulgadas en formato propietario, y obviamente IBM no estaba por la labor de pasar la información, si es que se podía.



Luego estaba la zona de minis. Aquí ya había auténticas perlas, a mi me encantaban los de
Hewlett-Packard. Siempre he dicho que si los IBM eran los Mercedes, los HP eran los Rolls (entonces). Han seguido demostrándome con el tiempo que han hecho excelentes equipos.

Estaba IBM, claro, con su Sistema 34, en el que se formaron muchos programadores entonces, con el RPG. IBM tenía la sabia política de formar programadores sobre sus equipos, entonces con sistema operativo propietario y casi también sus lenguajes. Y cuando colocaba el equipo colocaba a sus programadores, con lo que se garantizaba técnicos en las organizaciones que le eran fieles, y que como era lo que conocían se resistían al cambio. De hecho, cuando alguno se quedaba en paro IBM tenía una especie de bolsa de trabajo (los comerciales, vamos) y así solucionaban dos problemas: el del cliente que buscaba gente y el del informático. Listos sí que eran.


Luego IBM sacó el S36 y durante mucho tiempo, como tenían la gran cantidad de software desarrollado para el S34, vendieron un emulador, con lo cual la gente se gastó la pasta en el cambio de hard para rodar como en el antiguo.


Había otras muchas casas de miniordenadores, claro (Digital, MAI, Philips, Secoinsa, Wang...) pero rastrearé mi documentación para iros hablando de ellos más largamente.

Cuando ya estábamos realmente cansados nos quedaba el pabellón de las impresoras. Un peñazo nos parecía, así que le dábamos un vistazo y para casa, a donde llegábamos saturados de informática para seguir tocando tecla los siguientes días. Y que no faltara.

Y con esto acabo ya, creo que ya vale de esta historieta. Seguro que muchos de vosotros tenéis experiencias y anécdotas similares, así que idlas contando y nos enriquecemos todos. Espero que os haya parecido interesante y seguiremos con más de estas historias en próximas entradas. Que disfrutéis y no olvidéis mirar estos mapas por si hay algo que os interesa:

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