La democracia se basa en el
derecho de cada persona a expresar sus preferencias mediante su voto, y que
este su voto tenga el mismo valor que el de cualquier otro ciudadano, sea cual
sea su estado, género, nivel social, etc.
Esto, indiscutible aquí, puede
llevar a que algún que otro partido político concluya que es más rentable
convencer a muchos de los que tengan poca formación y mala información (o
incluso mantenerlos en este estado), con lo que indudablemente disminuye su
potencialidad crítica, frente a aquellos que tienen más posibilidad de juzgar y
criticar no solamente sus mensajes, sino sus hechos. Si a esto le añadimos unas
campañas electorales dirigidas por especialistas en configurar la opinión
pública, tenemos que matemáticamente si un partido arrastra a un número
importante de personas en estas condiciones tendrá ganadas las elecciones. ¿Os
suena?
Una vez llegados al poder, o una
vez con poder suficiente para controlar los medios de comunicación de masas, lo
que va a interesar es difundir un modo de pensar que responda al tipo de
sociedad sobre la que se apoya tal partido o tal grupo de poder. Es, pues, un
circuito cerrado en el que quien tiene el poder puede manipular más y mejor a
quienes le van a votar para que continúe o acumule más poder. La configuración ideológica de la
sociedad es, así, una manera segura de garantizarse no solamente tal
permanencia, sino una mentalidad mayoritaria adormecida ante posibles
injusticias y corrupciones del partido manipulador.
En esto interviene el principal
medio de control de masas, que es actualmente la televisión. Eso que ha
sustituido en el papel del “Opio del pueblo” marxista a una Iglesia en
decadencia ya porque, esencialmente, está dejando de ser útil a las oligarquías
que la han utilizado durante siglos para el control y gestión de la
manipulación. Y si se mantiene un poco en el candelero es porque ella misma,
como institución, es históricamente parte de esa jerarquía manipuladora,
durante siglos a través de púlpitos y ostentando casi el monopolio de la
enseñanza y ahora mediante el tímido acceso a unos medios de comunicación de
masas que no sabe gestionar puesto que su público ya puede acceder a más
información que la que la propia Iglesia filtra.
Volviendo al tema de la
televisión, no es solamente a través de programas “políticos” como pueden ser
tertulias, reportajes, etc., como se realiza tal manipulación, que también. En
estos puede existir una actitud de “aviso” a los telespectadores, además de que
el público que los ve ya tiene una
cierta formación e información, y la masa manipulable los ve “aburridos” en
general.
Es a través de los programas “de
entretenimiento” como se realiza tal sutil modelación de la mente mayoritaria.
Hay que analizar los programas de la mañana de TV1, por ejemplo, dirigidos a un
público preferente de amas de casa, pensionistas, etc. a los que se les va
confirmando una mentalidad conservadora y casi retrógrada mediante programas
pseudo-informativos que se regodean en noticias truculentas, en historias
dramaticonas y en anunciar peligros cercanos al entorno de las/los televidentes.
Se aplica así la primera norma de la manipulación televisiva que es el desarme
del super-ego mediante emociones primarias para introducir, inmediatamente después,
el mensaje.
El paradigma, no en balde al
final de la mañana, que es la hora de máxima audiencia en espera del NoDo-Telediario
(El NoDo era más honrado, pienso) es el programa llamado “Corazón, Corazón”,
que esencialmente trata los asuntos de otra parte del organismo con líneas fundamentales
tan esenciales como:
- - “Suenan campanas de boda”
- - “Fulanita y Menganito se casan/divorcian/reencuentran…
- - “Menganita está sola y no tiene novio” (Como horrorizándose por el futuro así)
- - “Menganito se ha separado hace poco y su corazón ya pertenece a otra”
Esto es lo revolucionario, esto
es lo activamente político. Día a día, rincón a rincón de la programación. No
hay más que ver los telediarios, que cada vez se parecen más a un magazine de
periódico carca dominguero: Un poco de política nacional, ya se sabe. Unos
niños heridos por un bombardeo de los rusos o de otros malos, unas Ong salvando
a gente, dramas lejanos, aquí no se pasa necesidad. Y las mismas noticias de
secuestros, crímenes, accidentes, contadas varias veces, dramatizadas…
Y fútbol, mucho fútbol, Ronaldo,
Messi, lo que haga falta, las veces que haga falta. Somos fútbol, el país es
fútbol, España es fútbol. Puedes estar en paro, sin un duro, pero no te pierdas
el partido, no vaya a ser que al día siguiente nos sepas de que hablar.
La tesis de esto es, como veis,
que el resultado de unas elecciones, la evolución del país, no se deja
solamente para las campañas electorales: Se va configurando la sociedad
mediante el modelado cuidadoso, constante e imparable del substrato cultural
(por decirlo de alguna forma) de una mayoría que se quiere y se pretende
conservar manipulable, de forma que ya no exista conciencia de clase, sino
madridistas, del atleti… (del Barça no, que no son muy obedientes) y ahora
seguidores de los pseudo-heroes que nos va montando la tele: Bisbalistas,
Chenoistas…. En resumen, una manipulación planificada, elaborada, realizada por
profesionales e implacable.
Dejaremos para otro día el tema
de la Internet y el esfuerzo para seguir controlando un tema que de momento se
les escapa un poco, pero no mucho.
Espero que os haya parecido
interesante. Desde luego, hay mucho más de qué hablar sobre este tema, pero ya es tarde.
Buenas noches.