EL NOBLE ARTE DE LA PEDORRETA

Propongo crear  un ARTE MARCIAL DE AUTOAYUDA MORAL basado en EL NOBLE ARTE DE LA PEDORRETA. Se basará en el análisis detallado de aquellas ocasiones en las que una buena pedorreta a tiempo a aquellos que nos ofrecen triunfos teóricos y externos a cambio de momentos importantes de nuestra vida pueden salvarnos de caer en los antiguos y peligrosos vicios de la soberbia, la prisa, la envidia y la superficialidad. Os recomiendo esta preciosidad: Elogio de la lentitud 

Analizaremos diversas maneras de hacer una pedorreta: Sonora, contundente, rápida, insistente, agresiva, de autodefensa, etc.

Podremos encontrar pedorretas elegantes, para no ofender a interlocutores estirados. O pedorretas estruendosas para ahuyentar a macarras y matones.

Fijaros qué hubiera pasado si, por ejemplo, los militares hubieran hecho aquel famoso 18 de Julio una gran pedorreta a Franco y sus compañeros golpistas. O si los alemanes hubieran hecho una gran pedorreta a Hitler. O cuando salen los Roucos y similares, perfectamente atildaditos, predicándonos una religión trasnochada…. Seguro que os imagináis muchas situaciones de este tipo, tanto en la vida pública como en la privada. ¿Cuántas pedorretas habéis echado de menos haber hecho en vuestras vidas? ¿Eh?

Está claro que algunos de los que ahora nos piden el voto se merecen una gigantesca pedorreta:

• -          A los que nos dicen que se preocupan por nuestro bienestar mientras nos roban mafiosamente: Pedorreta y no votarles jamás.
• -          A los que nos dicen que se preocupan por los parados mientras hacen leyes para poner al trabajador  a la altura de los esclavos:  Pedorreta  y no votarles jamás.
• -          A los que predican independencias, localismos, nacionalismos y enfrentamientos: Pedorreta y no votarles jamás.
• -          A los que quieren llevarnos a las guerras para defender patrias que son sus intereses y banderas que son las suyas: Pedorreta y a la mierda.
• -          Etc.

 Está claro que si liberamos nuestra mente y descondicionamos nuestro subconsciente de manera suficiente para hacer una buena pedorreta en el momento adecuado, ganaremos en libertad, tanto como personas como como pueblos.

¡Pedorretead libremente, compañeras/os!

(Es mucho más delicado que tirarles piedras).