Los derechos fundamentales de todo ser humano (La sanidad, la educación, la justicia, el derecho a una vivienda digna, a sacar adelante a una familia, a aspirar a una justicia real, accesible y gratuita...), nunca deberían ser objeto de negocio, especulación o privatización. Si un gobierno gestiona mal, cámbiese el gobierno. Pero que no se utilice la rentabilidad como argumento para el saqueo de los bienes públicos. Los derechos no tienen precio, ni son negociables.


miércoles, 20 de junio de 2012

Funcionarios valencianos: Castigados por enfermos y calentitos

Las conclusiones del Consell valenciano de los viernes parecen últimamente un concurso de disparates sobre el que pese una especie de fobia freudiana contra los funcionarios. De manera absurda, se toman una serie de medidas de las que cuanto menos se puede deducir que carecen de la más mínima asesoría documentada, siendo su única explicación la huida hacia adelante política en la búsqueda de un nuevo chivo expiatorio ante una opinión pública confusa, adocenada y enfutbolizada.

Como ejemplo máximo, el castigo infligido a aquellos que osen estar enfermos más de quince días: haciendo gala del más total desconocimiento de las estadísticas de absentismo - que centran la gausiana del fraude en los primeros siete días - se toma una medida ajena a cualquier consejo de expertos y se decide que no, que quienes van a ver reducido sustancialmente su sueldo serán los enfermos graves y crónicos, no los defraudadores.

Y después viene la ridícula decisión de fijar la temperatura mínima en verano a 26º en los centros de trabajo. Esto no resiste unas cuantas reflexiones:

¿26º, dónde? ¿En los centros de mantenimiento? Porque cualquiera que se haya pasado por cualquier edificio administrativo sabe que es común que los conductos del aire acondicionado estén pésimamente diseñados y/o mal mantenidos, de forma que, aún antes de tal norma, en algunos despachos el personal se congelaba y en otros sudaba a chorros. Imaginemos que ahora el personal que antes se congelaba tiene que sudar (hay que ahorrar para Bankia, la F1, etc). ¿Qué va a pasar con los que antes sudaban?.

A este respecto, y no es broma, tendrán mucho que decir los servicios de salud laboral, pues las altas temperaturas que se van a dar en los centros de trabajo facilitarán infecciones, lipotimias, desmayos y cuanto menos pérdida de productividad. Si es tal productividad eso que dicen que les interesa, esto no es el camino. ¿Qué es lo que realmente buscan?

A esto hay que añadir la abundancia de material generador de calor, como son ordenadores, impresoras, fotocopiadoras, etc. ¿Se van a medir los 26º en cada uno de estos lugares, en el centro de mantenimiento, en la dársena del puerto que mira la F1 o en Terra Mítica?. Un poquito de sentido común no vendría mal a más de uno, y menos si tiene cargo mandante.

Por ende, parece que se está demostrando que la fabulosa medida de echar a los funcionarios de las consellerías a las 17 horas para ahorrar electricidad en los aires acondicionados resulta en realidad productora de un mayor gasto, y es claro para quien conozca lo más mínimo de conductividad y tecnología, o para el ciudadano normal que lo haya experimentado en casa: durante las horas sin refrigeración, cerrado y con fuentes de calor como las mencionadas (aunque estén en stand-by) el edificio se calienta, y luego es mucho más costoso en términos netos de energía su puesta a punto térmica. Así, los trabajadores que llegan a primera hora han de sufrir el calor hasta que el edificio consigue una temperatura habitable. Y ahora a estos señores se les ocurre apagar aire acondicionado dos horas antes de la teórica de salida, con lo cual, con los nuevos horarios, de 15 a 17 horas los funcionarios valencianos tendrán que trabajar sin refrigeración.
¿Va a ser esto una guerra psicológica o de exterminio?

Temblemos ante el próximo Consell: ¿Qué se les ocurrirá el viernes?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para empezar el cálculo de horas de apertura con este horario es mayor que abriendo dos tardes fijas. Todo lo demás, una excusa para pasar las cuotas y gestión de accidente-enf. profesional y el control de común del INSS a las mutuas, así luego tienen donde colocar ex-políticos con buenos salarios.