Los derechos fundamentales de todo ser humano (La sanidad, la educación, la justicia, el derecho a una vivienda digna, a sacar adelante a una familia, a aspirar a una justicia real, accesible y gratuita...), nunca deberían ser objeto de negocio, especulación o privatización. Si un gobierno gestiona mal, cámbiese el gobierno. Pero que no se utilice la rentabilidad como argumento para el saqueo de los bienes públicos. Los derechos no tienen precio, ni son negociables.


jueves, 12 de octubre de 2017

Ya que vamos a cambiar...

A ver, ya que van a cambiar la Constitución, esa tan sagrada que sólo la han podido cambiar PP y PSOE a escondidas a instancias de la Unión Europea, podían aprovechar la efervescencia de la defensa de la democracia para que los españoles podamos proponer reformas, por ejemplo:

- Blindar las pensiones, garantizando su subida con el IPC real, no el que calculan ellos.

- Blindar los contratos de trabajo, garantizando el cumplimiento de unas condiciones mínimas de salario y dignidad para los trabajadores.

- Blindar el acceso a la vivienda de todos los españoles.

- Garantizar una educación común para todos los estudiante de todas las comunidades autonómicas, con idénticos programas base, idénticos exámenes e idénticas tasas. 

- Blindar la Sanidad Pública, declarando contraria a la Constitución cualquier tentativa de privatizarla y/o hacer negocio con ella. Crear un Sistema Nacional de Salud real, sin diferencias de derechos entre los pacientes en función de su comunidad de procedencia

- Hacer un referéndum (pero no a la Puigdemont) cada 6 años (o los que sean, que no coincida con las generales) para demostrar cuan fieles somos a la Monarquía y cuanto nos gusta nuestro rey. Y si sale que no, pues ponemos otro y lo llamamos Presidente de la República. Aunque no creo que sea el caso dado el cariño que sale por la tele que le tenemos todos, queremos poder demostrarlo.

- Eliminar las listas de las elecciones, y que cada diputado sea responsable ante los votantes de su distrito electoral. Así la gente votaría a la persona, ya que los hay buenos y malos de izquierdas y de derechas. Se eliminaría así el servilismo en los partidos y la disciplina de voto.

- Transformar la segunda cámara en representación territorial, y que los senadores sean también elegidos directamente.

- Elección directa del Presidente, mediante voto de los ciudadanos, con dos vueltas.

- Democratizar realmente la justicia, sin intervención de los partidos en el nombramiento de los cargos en la misma.

- Eliminar las subvenciones a los partidos y sindicatos y, puesto que son tan necesarios y con tanto calado en la población, que sean financiados exclusivamente por sus afiliados y no por todos los españoles. Lo mismo para las iglesias, cualquiera de ellas y todas ellas, sin excepción.

... etc....

Porque lo que no va a pasar es que reformen según los intereses de Puigdemont (derecha catalana, no olvidemos) y no pregunten al resto de españoles, ¿Verdad?

Y en cualquier caso, que publiquen y expliquen la reforma y la sometan a referéndum, ya que decían que para que se separara Cataluña tendríamos que aprobarlo todos, ¿no? Pues el cambio de Constitución con más razón, no nos vayan a colar otro gol...

"El 2 de septiembre de 2011 el Congreso de los Diputados aprobó, con 316 votos a favor y 5 en contra, la primera reforma constitucional de calado, para introducir de forma urgente en la Carta Magna el principio de estabilidad financiera para limitar el déficit. Los síes de PP y PSOE superaron con creces los 3/5 de la Cámara o los 212 votos necesarios, pero la reforma salió adelante con el desplante del resto de grupos: CiU y PNV, presentes en el hemiciclo, no votaron, e IU, ERC, NBG, ICV y Nafarroa Bai directamente se ausentaron durante la votación." (El País 24/11/2014)

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