Los derechos fundamentales de todo ser humano (La sanidad, la educación, la justicia, el derecho a una vivienda digna, a sacar adelante a una familia, a aspirar a una justicia real, accesible y gratuita...), nunca deberían ser objeto de negocio, especulación o privatización. Si un gobierno gestiona mal, cámbiese el gobierno. Pero que no se utilice la rentabilidad como argumento para el saqueo de los bienes públicos. Los derechos no tienen precio, ni son negociables.


sábado, 10 de agosto de 2019

La Informática que conocí - 1988 - Pcs en vez de máquinas de escribir.

En 1988 estaba como contratado laboral temporal en el Insalud. Muy a gusto, pero plaza en precario. Entonces se estaba gestando la asunción de transferencias por parte de la Consellería de Sanidad y Consumo (así se llamaba) que dirigía D. Joaquín Colomer, de quien todos los que tuvimos la suerte de trabajar con él guardamos un excelente recuerdo.


En aquella Consellería que nacía con ilusión tenía un papel destacado la Dirección General de Salud, que llevaba Emilia Noguera. Extraordinariamente inteligente y muy bien informada, Emilia tenía muy claro que desde el primer momento la Informática debía jugar un papel fundamental en su Dirección General y en la Conselleria.

Pero entonces no existía la Informática en la conselleria (El Centro Regional de Informática y las Direcciones Territoriales seguían dependiendo del Insalud), puesto que aún no se había creado el Servicio Valenciano de Salud (Que luego harían Agencia Valenciana de Salud), así que la Dirección General tenía que buscarse la vida, tanto en equipos como en técnicos. Se pusieron en contacto conmigo y rápidamente me contagié de su ilusión y del proyecto, realmente progresista en aquella planificación.

Cuando me llevaron a ver lo que iban a ser los locales de la Consellería, en el edificio de La Cigüeña, en La Alameda de Valencia (Sí, el del fantasma, ya os contaré) me encontré allí un miniordenador cuya marca no recuerdo pero sí que trabajaba en Oasis, según me contó el que al parecer había sido el técnico que lo llevaba y que estaba marchándose. No volví a ver más a aquella persona ni aquel equipo.


También me enteré de que IBM estaba presionando a la Secretaría General para introducir sus equipos y sus técnicos. IBM entonces no vendía, imponía en base a sus relaciones políticas y al peso de su factoría en Valencia. Y querían poner (y pusieron más adelante) un IBM sistema 36.


Me aseguraron que aquello no interfería con los proyectos de la Dirección General, pues no es que existieran relaciones entre la Secretaría General y tal Dirección General. Total, que me hicieron una plaza de Físico, oigan. "Técnico Superior de Información Sanitaria". Interino, claro. Aquello estaba empezando y no había organigrama ni nada, lo estábamos inventando todo y ya vendrían las oposiciones y todo eso, mientras tanto había que poner en marcha la cosa. De tal forma que no teníamos presupuesto para informática, no había presupuesto ni para ordenadores ni para informáticos, de ahí que mi plaza apareciera con ese título. Y es que además chocábamos con la Intervención, que permitía pocas variaciones de las inercias burocráticas.


¿Qué hacer? Pues había una jugosa partida para comprar máquinas de escribir eléctricas, que eran carísimas, estaban entonces por unas 300.000 pesetas cada una. Vimos el hueco, y se convocó un concurso cuyas especificaciones, para empezar, decían "Máquinas de procesamiento de texto". Obviamente, en ninguna parte ponía nada de ordenadores y nos costó lo suyo que en Intervención ampliaran el espectro y aceptaran pulpo. Pero pasó, y se hizo un concurso con todas las de la ley al que acudieron varias empresas con sus compatibles PC, pues todas querían entrar en el mercado. Obviamente, IBM no, por supuesto. Ellos trabajaban muy por arriba y además se mosquearon mucho porque no les comprábamos sus máquinas de escribir.

Total, que por mucho menor precio unitario, con lo cual conseguimos más unidades, nos hicimos con flamantes PCs de Philips con impresora matricial de 80 columnas y monitor en naranja. Llevaban un disco de 10Mb y una disquetera de 5,25 (No recuerdo si ya aceptaba HD, creo que aún no).


Como mejora de oferta Philips nos incluyó el Open Access, que era un invento genial con base de datos relacional, procesador de textos, gráficos, etc. (predecesor claro del Office) al cual en la Dirección General acabamos sacando una extraordinaria rentabilidad. Ya os contaré esto.

Y así os he contado como la Consellería de Sanidad se hizo con sus primeros PCs, comprados como máquinas de escribir. Luego ya la Secretaría General incorporó tres informáticos con el IBM, que con el tiempo y a pesar de las discusiones de los jefes se convirtieron en entrañables compañeros, se creó el Servicio Valenciano de Salud y se asumió el Centro Regional de Informática. Pero todo eso es una historia mucho más larga que sin duda os contarán mejor quienes lo vivieron más de cerca.

Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

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