(Esta entrada es continuación de EBDA - Un viaje a Egipto - 02.03-El Valle de los Reyes, y si queréis ver todas las de Egipto las tenéis en: EBDA - Viajes - Egipto)
Buenas noches. Terminado de ver el Valle de los Reyes pasamos por los colosos. El orden depende del viaje, imagino que por las condiciones de la cantidad de gente, organización del guía, etc. El caso es que se para, se baja y se miran:
Vamos a situarnos, como hacemos siempre.
De los vídeos que he visto os pongo los que me parecen más interesantes, el resto es más de lo mismo, aunque quedan muchos, Internet es infinita o podéis seguir investigando, claro.
Y no falta la visita a un taller de alabastro, esta es una de las cosas que no están claras: A ti te ha costado el viaje una pasta, y te llevan deprisa y corriendo a ver lo que has ido a ver: pirámides, templos, etc. Pero sí que hay tiempo para pararte cada día al menos en un sitio para que te vendan cosas, y aunque hay gente que le gusta esto de comprar, debería ser voluntario, porque, no lo olvidemos, esas horas que pasas ahí como comprador forzado no las inviertes en tu objetivo.
Por otra parte, es todo un puro teatro. En nuestro caso los presuntos trabajadores del alabastro estaban tumbados, y cuando vieron aparecer al autobús se pusieron corriendo a hacer como que trabajaban. Yo me quedé fuera, no me apetecía entrar a la función, y tales presuntos trabajadores me miraban cabreados porque, claro, como estaba yo allí sentado con ellos tenían que seguir fingiendo. Aquellas piezas debían llevar años a medio hacer. Pura tramoya. Y pretendían cobrarme cinco euros por una botella pequeña de agua, hasta para eso hay que regatear.
Y eso de que son divertidos debe ser al principio, porque son agobiantes para que compres, sea una chilaba, un collar o una figurita. Y si se te ocurre comprar algo a los vendedores ambulantes no te vas a librar de ese pesado, insiste en que le compres más cosas y acuden muchos más a que les compres lo suyo. Hay veces que prefieres no pasar por determinados sitios para no verte sometido a tal asedio, y de hecho dejas de comprar por hastío.
Individualmente los egipcios que encontramos eran muy buena gente y muy agradable, y hay que tener en cuenta que del dinero que entra por el turismo (imagino que del otro también) al pueblo le llega muy poco, solamente lo que les puedas comprar, las propinas, etc. Para ellos un euro (unas treinta libras egipcias) es una fortuna, y no es extraño que te pidan que les cambies monedas por billetes, ya que a ellos el banco no se las coge. Hacerles ese favor no cuesta nada, por lo que acabas con el bolsillo lleno de monedas. Por ejemplo, para entrar a los servicios te piden 15 libras (También para esto habría que regater, pero normalmente no te entretienes). O sea, que si les das medio euro se quedan tan contentos. Si vais a ir os recomiendo reservar monedas de 50cts de euro, que vienen a ser sus 15 libras, son grandes, bonitas y resultonas.
Para ellos nada es gratis, por lo que para ti tampoco. Así que si ves en tumbas y pirámides alguno que se te acerca amablemente por si quieres que te haga una foto esperan sin duda propina. Y ya nos advirtió el propio guía: Te piden un euro por subirte en camello, y cien para bajarte. Es una extrapolación jocosa pero un buen ejemplo.
Obviamente hay de todo, y quiero recordar aquí al amabilísimo conductor de nuestro autobús, que estaba pendiente de mis bajadas y subidas por unas escaleras nada fáciles para quienes tenemos problemas en las piernas. Gente estupenda, como nuestro guía Rafa. En estos casos das la mejor propina que puedes, porque se la ganan y se la merecen. Repito: Comparados con ellos, nosotros somos ricos.
Y si os interesa la historia militar tenemos el blog: Un tanque de siete pesetas (1T7P)
y su grupo del mismo nombre en Facebook. UnTanqueDeSietePesetas
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