Los derechos fundamentales de todo ser humano (La sanidad, la educación, la justicia, el derecho a una vivienda digna, a sacar adelante a una familia, a aspirar a una justicia real, accesible y gratuita...), nunca deberían ser objeto de negocio, especulación o privatización. Si un gobierno gestiona mal, cámbiese el gobierno. Pero que no se utilice la rentabilidad como argumento para el saqueo de los bienes públicos. Los derechos no tienen precio, ni son negociables.


martes, 7 de octubre de 2014

Desconexión temporal por reparaciones

Queridos todos:

He recibido tantas muestras de apoyo que considero procedente una explicación general, a la que remitir a todos aquellos que os interesáis por mi estado, que afortunadamente es estupendo, excepto algunas reparaciones pendientes que os voy a detallar:

Allá por 1992, en pleno proceso de oposiciones para poder consolidar mi plaza en la Generalitat Valenciana (yo venía del Insalud, interino perenne hasta esa convocatoria), me rompí el pie derecho cruzando la vía del “trenet” (entonces no había tranvías, jóvenes míos). Tras muchos años de Artes Marciales, consideré aquello una tontería hasta que, cuando tenía el pie hinchado, me acerqué a urgencias, donde me hicieron una escayola “de becario”, como diría después algún facultativo experto.
Pasado el tiempo y abierta la escayola, bien por la tardanza o por la misma, el pie recuperado no era tal, sino un amasijo de huesos necrosados y deformidades, que entre otras cosas condicionó mi calzado y mi caminar en el futuro.

Eso no impidió los Caminos de Santiago, las marchas montañeras y muchas sesiones de Aikido y Kung-fu. Pero está claro que el cuerpo tiende a corregir deformaciones, y el andar mal hizo que mis rodillas y mis caderas fueran degenerando, como bien mi predijeron mis compañeros de la Consellería expertos en el tema. Pero… ¿qué iba a hacer? ¿Pararme? ¿Dejar de caminar a Santiago?... No estaba en el programa.

Vivir, ser libre, andar, cuesta. Tiene sus hipotecas. Pues vale. Es evidente que cada uno gasta más aquello que más le gusta usar (atengámonos al tema y no entremos en disquisiciones que no proceden aquí). Así es que como karateka, aikidoka, kungfuteka, caminante  y montañero uno ha ido utilizando su aparato locomotor hasta que se ha gastado, mire usted, pura resistencia de materiales.

Total, que primero fue el menisco (2001), luego la prótesis de cadera  izquierda (2006) (Sobre ella podéis ver esta entrada del blog), y ahora me toca completar todo el tren de aterrizaje, porque el estado de mis articulaciones es tal que ya cualquier paso es doloroso, y un paseo es imposible.

Así que ahora viene la prótesis de la rodilla izquierda. Así completo un lado totalmente protésico, y 
se puede abordar posteriormente la cadera derecha y la rodilla derecha. Ello no solucionará el problema principal: El pie derecho hecho polvo, origen de todos mis males. Pero facilitará mi locomoción para una calidad de vida normal, Es una inversión de la Seguridad social para no incurrir en mayores costes de mantenimiento por inutilidad (Hablamos de la locomoción, entiéndase).

Afortunadamente, aún disponemos de una sanidad pública extraordinaria, que a poco inteligentes que fuéramos deberíamos esforzarnos en defender y conservar a toda costa. También afortunadamente las técnicas quirúrgicas han evolucionado maravillosamente y cómo podéis ver en los vídeos que os enlazo no es más que una delicada operación de carpintería.

Por mi parte, confío totalmente en los profesionales encargados de estas cosas, y me felicito por estar en una sociedad en la que estas dolencias tienen reparación. Tenemos que apoyar que el alcance de estas coberturas se extienda, y no se reduzca. Cuando las ideologías están tan discutidas, el derecho a la salud, a la educación y a una vida digna no tienen que ser patrimonio de unas siglas, y menos negocio para otras.

Pues eso, mañana 7 a partir de las 7 mi rodilla será una de esas que abren en el vídeo. Ya os contaré la operación desde dentro.

Gracias a todos por vuestro interés y apoyo. Otro día cualquiera de vosotros o de vuestros familiares puede precisar ser paciente de nuestro sistema de salud. Defendedlo desde ya. Tenemos profesionales excelentes, equipos excelentes y conocimientos excelentes. Como dice el Cantar del Mio Cid: “¡Qué buen vasallo si tuviera buen señor!”

Busquemos que el señor sea el pueblo, pero un pueblo bien dirigido.

1 comentario:

Ángel dijo...

Ángel, espero y deseo que la operación sea


todo un éxito y que pronto estés de nuevo en plena forma.

Un abrazo,