Periódicamente llegan a mi domicilio (Pueden llegar, obviamente, a los vuestros también) misivas del tipo siguiente:
Normalmente las remiten distintas empresas, que obviamente pugnan por un mercado que, a mi juicio, Repsol tiene bastante desatendido- A mi entender, hay que realizar el siguiente análisis:
1: ¿Qué base de datos? No me consta que esta empresa tenga mis datos en ninguna. No he dado permiso para ello (Ley de Protección de Datos), y no sé quien la custodia, ni dónde puedo exigir, por ejemplo, mi derecho a rectificar. Si en su momento di a Repsol permiso para tratar mis datos comercialmente, no me ha comunicado su cesión. No me consta que estos señores sean realmente servicio técnico oficial, y tampoco los encuentro en las webs de Repsol. Hay que tener en cuenta que logotipos y demás son facilmente falsificables. ¿Tengo yo que constatar su validez?.
2: Sobre la redacción de tal misiva escribo más a continuación. Solamente añadir que se menciona un "Unico Servicio Oficial autorizado para la zona", lo cual puede inducir a pensar que solamente puedo contratar con ellos, lo que contradice la misma ley a que se refiere que deja bien claro la libertad del usuario para la contratación, siempre que sean empresas debidamente cualificadas.
3: Ved que la redacción exige mucho al receptor en cuanto cumplimientos, pero no ofrece ninguna información sobre su cualificación, más que la que dicen ellos.
Sobre este tema, he enviado el siguiente correo a Repsol, que espero que atiendan:
"Usuario en Valencia (España) de butano. Periodicamente recibo invitaciones a la revisión de mis instalaciones según la Ley. Se dan dos circunstancias:
1: Cada vez es un servicio oficial distinto, con un nombre comercial distinto, no recogido en la web de Repsol. Cada vez he de llamar a Repsol para confirmar (Hay mucho fraude no atajado en este tema en Valencia). Entiendo que:
- Debe ser Repsol, como empresa final responsable, quien mantenga la supuesta base de datos de usuarios a la que aluden tales servicios y que luego reconocen no tener actualizada. Y debe ser Repsol quien envíe tal requisitoria periódica de revisión comunicando cual es el servicio certificado en la fecha, dado que de otra forma parece un ánimo recaudatorio del servicio correspondiente (cada año distinto) que intenta hacer las revisiones según conveniencia por fecha-zona de sus operarios y no por real caducidad del periodo legislado. Y corre por cuenta del abonado verificar la autenticidad de tal servicio so pena de ser timado.
2 - La redacción conminatoria de tales comunicados otorga a lo que no són más que empresas concesionarias de servicios una falsa apariencia de autoridad administrativa, pudiendo presentar, ante lectores no avisados, un tono engañosamente ejecutivo solamente admisible en entidades dotadas jurídicamente de tal capacidad. Entiendo saludable, por el buen espíritu comercial y la propia imagen de Repsol, que sus servicios legales repasen estas lindezas que llegan, de su parte, a los domicilios de los clientes (de Repsol, no de tales empresas)"
En mi caso he constatado que los envíos no obedecen a la caducidad del plazo de 4 años. Y para más cachondeo, alguna interlocutora de tales empresas acaba confesándome que la tal base de datos ni existe ni la mantienen. O sea: Que es un párrafo "para impresionar", es decir: Para inducir al consumo de un servicio que probablemente no sea necesario en el tiempo y que no tenemos por qué comprar a ellos.
Observo también que ha desaparecido, con respecto a otros años, la constatación del precio del certificado. Eso resta más aún fiabilidad a tal comunicado.
Sin dudar de la honradez de la mayoría de las empresas que emiten estos comunicados, muy equivocados en su redacción a mi juicio, estimo que debe ser Repsol quien directamente nos envía tal nota a casa, en su momento. Y que los técnicos que nos hacen los certificados estén obligados, ellos, a retornar los datos actualizados a UNA UNICA BASE DE DATOS MANTENIDA POR REPSOL. En la nota, además, Repsol nos debe indicar el abanico de usuarios debidamente autorizados disponible, para que podamos elegir
Conozco a usuarios de Butano, personas poco introducidas en los temas burocráticos (ancianos, emigrantes, etc) que pueden ser presa fácil de estas manipulaciones. Así que, esperando que Repsol, por propio interés de marca y lealdad hacia sus usuarios, tome cartas en este asundo, creo importante que extendáis esta información a todos aquellos que creáis que pueden ser afectados, para que tengan presente estos puntos en el momento en que reciban tales misivas. Y no digo que no haya que hacerse tales revisiones, sino que debe ser respetada nuestra dignidad y libertad como usuarios y no pretender manipularnos ni asustarnos con misivas tales. Son empresas que nos quieren vender sus servicios, no son entidades oficiales con capacidad inspectora. Ojo.
IMPORTANTE: Muchas gracias, Anonimo, por tu comentario. Muy ilustrativo y digno de tener en cuenta.
16/03/2014 - En esta fecha me
llega ese comentario, de otro (o el mismo) anónimo:
Han pasado más de 4 años que enviaste el
email a Repsol. ¿Has recibido respuesta por su parte? Te agradecería que
respondieras.
Tengo que decir que no, que nadie se ha puesto en
contacto conmigo al respecto. La solución para dejar de recibir tales misivas
vino cuando me di de baja (eso sí, muy amables mis interlocutoras) y pasé a
electrificarme totalmente, cosa que bien estoy pagando, como tantos otros
españoles. Eso sí, nadie me conmina con misivas de este tipo.
Lamentablemente, me consta que siguen existiendo
estos fraudes y que ciudadanos indefensos caen en las supuestas
"revisiones oficiales" sin nadie que les ampare, y la empresa, al
parecer, sigue lavándose las manos. Quizás sea correcto según la ley, pero
nos queda mucho hasta que ley y ética coincidan.
Me admira la cantidad de gente que accede a esta
entrada, y eso significa que el tema sigue vigente. Espero que os sea útil.
Gracias por vuestro interés y, por favor,
colaborad con el motivo de ella, que es que nadie sea estafado ni conminado a
aceptar servicios no necesarios mediante actuaciones tan impresentables, que
siguen impunes.